DESAFÍO BAJOZERO

Si hay algo que les puede motivar a nuestros alumnos a interesarse por los contenidos y poner más pasión en aprenderlos más allá de las tareas, los proyectos y los exámenes, son los concursos donde tengan que resolver retos, ponerse a prueba a ellos mismos y competir con otros por hacerlo lo mejor posible. Personalmente soy un apasionado defensor de la participación en este tipo de actividades ya que nos conectan directamente con metodologías como el aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje basado en retos o el aprendizaje-servicio, donde se fomenta el trabajo en equipo y la asignación de roles en aras de un fin común. 

Desde que participamos por primera vez en el Desafío STEM y pude vivir en primera persona la felicidad de todos ellos en Madrid en la gala de presentación de los premios, pude comprobar que ganar no lo era todo, sino sobre todo participar, crear algo juntos y compartir experiencias con otros. Pues bien, para este final de curso que se aproxima os voy a contar dos de ellos en los que hemos participado este año. Y comenzaremos por el Desafío Bajozero.

Desafío Bajozero (http://desafiobajozero.com) es un proyecto de la Fundación Ibercivis en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT)-Ministerio de Ciencia e Innovación. El desarrollo técnico y pedagógico corre a cargo de la empresa aragonesa Academia de Inventores. El proyecto cuenta con la colaboración activa de La Campaña Antártica (https://cutt.ly/hvxULCm ) que se desarrolla anualmente en la Base Antártica Española del Ejército de Tierra «Gabriel de Castilla», situada en la Isla Decepción (Archipiélago de las islas Shetland del Sur).   

La participación está orientada a estudiantes de educación secundaria, bachillerato o Formación Profesional y tienen dos variantes a elegir: misión científica o vuelo de dron. El vuelo del dron consistía en la preparación de un plan de vuelo con el estudio previo de la cartografía antártica para conseguir finalmente unas imágenes espectaculares. En la misión científica los estudiantes tienen que replicar y programar la estación que hay montada en Isla Decepción, compuesta por diversos sensores que permiten ser instalados en diferentes puntos de la isla y realizar medidas de múltiples parámetros: temperatura, humedad, CO2, radiación UV, GPS, etc.. Para participar tienen que enviar una memoria con su plan de acción y si son seleccionados recibirán todo el equipamiento necesario para montar la estación de sensores y finalmente enviar el código fuente que sería probado en la estación de Isla Decepción y permitiría recopilar los datos de estos sensores, para que posteriormente pudieran ser analizados. El covid’19 trastocó los planes de la organización y finalmente se recondujo a hacer un experimento colectivo donde cada equipo ha puesto en marcha el nodo en su propio colegio para recoger datos que son enviados en tiempo real a una página web para que todos pudiéramos comparar nuestros datos. A principios de Mayo se hará una segunda recogida de datos y se publicarán las conclusiones finales por parte de los equipos. 

Nuestra experiencia ha sido fantástica y no nos queda más que felicitar a la organización y pedirles que sigan con el proyecto el año próximo. Y a vosotros, queridos lectores, os animo a que participéis el año que viene. Cuantos más seamos… ¡mejor! Para cualquier duda ya sabéis cómo localizarme. Si queréis algo más de información podéis encontrarla en www.openlanuza.com 

Para finalizar os dejo el primero de los vídeos donde los alumnos participantes presentan el proyecto:

 

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